Me ah estado jugueteando la idea en la teleraña que tengo por cabeza, haciendo sus danzas de mosca luego de la película familar, el café con leche, buenas noches y a dormir.
Dejar vivir al perro; sentar cabeza con la mujer más modosita, hogareña y sumisa que se atraviese, tomar la carrera irrelevante de moda, juntar dinero y vivir en la casita de la colina, tener una oficina, comprar un plasma y al carajo los mutaliscos. No tener historia, ser un amable NPC de fondo más, rendirse a los instintos inculcados por crianza familiar y vivir feliz, olvidarse del oponente final (al cuál nunca conocería siquiera) y con al cuál debería enfrentar en combate épico para morir al fin dejando un mensaje transquiversado. Olvidar todo eso y tomar el final acíl y efimero y que el mundo se caiga a pedazos.
La idea es cómoda y se acomoda en las venas, los carneros al matadero son bien alimentados. por esto me da mas miedo, porque no duele; el dolor tiene propiedades para repeler el estupor que no se deben subestimar.
Me moriría y ni siquiera me daría cuenta. La cosa que es Hairo se iría a los 2 días, abandonaría mi ser, dejandolo suspenso de hilos que emulen una alegre danza; se me haría cosa buena, grata y acostumbrada la putrefacción de mi cadaver...
No, no y no. Mejor las voces de la madrugada; manias pervertidas y mal sanas, mutaliscos, caos y delirio; que al cabo si vivimos para morir, no se debe hacer como si fuera tal cosa.
Morir gritando y maldiciendo en una explosión. Así debe ser, así estando muerto creen que uno esta vivo por el eco; de la otra forma uno esta muerto y lo creen vivo y a nadie le importa. Mejor morir gritando.
Y sin embargo...
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