viernes, 3 de junio de 2011

Reencarnacion

Finalmente mi complejo de fénix que muere y resucita cada 2 horas a cobrado consecuencias. Tengo recuerdos que no son míos. O visto desde otro ángulo, no tengo recuerdos donde debería tenerlos. Es un poco difícil de explicar, dar la vuelta en una esquina y ser golpeado por una especie de intuición, premonición inesperada, voces del mas halla, deja vu en la matrix, perturbación en la fuerza…
Te dices a ti mismo que es normal, que estas recorriendo calles que te vieron en pañales y andadera de la mano de tus padres felices, con paletas enormes y rabietas. Calles que no habías pisado a conciencia en casi 10 años. La nostalgia es predecible.

Y sin embargo, no es nostalgia. Porque los recuerdos que te abordan no parecen tuyos. Observas el que fue tu kínder, la que pudo haber sido tu primaria, tu secundaria, tu vecina de piernas largas, tu gato. Sabes que son tus recuerdos, que ese fue tu mundo; pero te sientes tan ajeno a esas raíces, tan turista en tu casa. Eres tan diferente que en verdad parece que esos no son tus recuerdos, que son de alguien mas, ecos metafísicos de una vida pasada, o quizás de un universo alterno; fantasmas de otra posibilidad.
Y tengo la sospecha, de que como esta hay muchas otras casas embrujadas, con vórtices a realidad fantasmales, a lo largo de mis venas. Mi vertiginoso ritmo de muerte y resurrección me ah acabado por dejar sin raíces, solo ecos de lo que pudo ser un comienzo.
Después de todo, yo soy Hairo. Soy atemporal.
Mañana conoceré tus labiecitos, los probare, y veré si puedo construir en ellos otra casa, sobre esta casa embrujada. Me digo a mi mismo, “puedo volver” y empiezo a sentir, la fresca sensación de reencarnación…
Puedo volver. A donde todo comenzó. A donde corresponde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario