martes, 7 de mayo de 2013

Vegetariano.



And I remembered... oh god, did I remembered...

Llovía, creo que llovía. Yo era muy pequeño y estaba sólo en casa. El (ella?) estaba atorado en la reja, y yo entré en pánico. Toda su cabeza estaba afuera a través de uno de los espacios cuadrados que la malla permitía. chillaba, el viento rugía, yo creí que se ahogaría, que moriría allí, y entré en pánico. Tendría problemas si le pasaba algo... que tal si le pasaba algo... tenía frío... teniamos frío...

Para mi era lo normal verlos así, asociarlos con suciedad, y con la pereza que me daba limpiarles. Era lo que la televisión, la familia, la gente te enseña, y por tanto cuando finalmente lo vez, no te lo cuestionas, no te preguntas si de verdad tiene que ser así.

Claro, nosotros no los atabamos a nada, ni hacíamos que criaran tanto, quizás simplemente porque no teníamos el dinero para colocar cosas así... pero igual los "corrales" no debían de ser de más de 1*3... 1*3 para de 3 a 5 adultos... y el patio era tan amplio, al menos podrían haber salido de vez en cuando... quizás uno podría haberse quedado, no habría pasado nada... al menos uno...

cómo aquel que estaba atorado en la reja. Chillaba. Chillaba de una forma que era imposible de ignorar. Ahora es tan obvio que quería salir, aunque fuese al menos un rato, aunque estuviese lloviendo, aunque la reja lo ahogara cuando intentaba pasar la cabeza a través de ella...

Igual quería salir.

Y según yo, lo salvé.

Para que lo salvé. De que lo salvé... Tenía tanto miedo de que fuera a pasarle algo allí atorado en la lluvia...

Pero, cuál era el punto?

Quizás uno era tan joven, e ignorar llega a ser tan fácil  Es tan fácil mientras no lo vez atorado, mientras no lo escuchas chillar, mientras no sabes que significa ese chillido, ese afán, ese grito, de "dejenme salir" Que te impulsa a hacer algo, que por ese algo humano, que aún tienes dentro te dice que simplemente no lo puedes dejar allí. Pero no entiendes que es, no entiendes que dice, no preguntas que pasa después, eres sólo un niño en la lluvia.

Meses después, todos se van en una camioneta, no sabes a donde, no te lo preguntas, la familia tiene dinero unos meses. Borras de tu memoria el recuerdo, el grito que, a pesar de que sentiste resonar en algo adentro de ti, no comprendiste.

Hasta que muchos años, siendo prácticamente un hombre, decides indagar... decides recordar, decides volver a ese momento, a ese chillido en la lluvia, a ese grito. Y ahora que tienes conocimiento, ahora que tras ardo esfuerzo haz roto tantas cadenas que pusieron en tu mente, finalmente, lo comprendes...

Y ya no te puedes conformar con salvarlo y volver a meterlo a la jaula... necesitas hacer algo más... necesitas salvarlo de verdad... de alguna forma... algo...

Haz algo.