Camino por la ciudad con la idea de ti entre los dedos.
La juego y la repaso, le doy mordisquitos de vez en cuando, me la guardo en la bolsa y la vuelvo a sacar.
La ciudad es más bonita cuando la ilumina la idea de ti...
Las farolas se hacen eco de tu voz, y la piel de las muchachas es como tu piel, y esto me confunde, me siento cuál polilla expuesta a la luz de del día y me aferro a la idea de ti.
Tengo un noviazgo con la idea de ti. Me es fiel y me quiere, porque no se me despega, porque me va a buscar a la vuelta de las esquinas, en las noches de silencio, en las manos vacías, en las voces de los gatos y las imaginarias rayuelas del pavimento.
Y se enoja cuando te miro, se pone celosa...
La idea de ti es tan libre.
Tan pura, tan sensual, tan marimacha en un gesto, y tan apabullantemente mujer en un movimiento de cadera... de labios...
Tan culta y tan romántica, tan lingere y tan hippie, y tan libros y tan aquella sonrisa devastadora...
Me da miedo cuando te pareces mucho a la idea de ti...
Me da miedo serle infiel, darte un beso y morirme otra vez...
"Haré un albúm de fotos con título "cosas que anhelo y jamás tendré" y lo llenaré con fotos de ti... Y de Mutaliscos y Ponys, pero más de ti..."
Nadie se muere de amor...
Eso es lo malo de este siglo,
e igual yo no concibo
morirme de otra cosa...
