domingo, 20 de junio de 2010

Micas caseras.

La carta y la calavera se ven de frente apenas unos segundos, mientras se toma la medida del naipe, para hacer que la calavera se ajuste a la perfecciòn a la carta que ah de proteger y decorar durante toda su existencia. Pese a estar destinados a estar juntos por siempre, nunca mas se volveràn a ver: Se daran la espalda eternamente; y una encarara a los multiples rivales que deba enfrentar la baraja. Memorizara sus facciones, sus expresiones sus gestos de agresiòn, arrogancia, sus tàcticas y sus jugadas; ocultara los secretos del jugador, haciendole frente con su audaz figura al rival.

La otra podrà contemplar el rostro del jugador en cada ocasiòn; aquel que uniò todas esas escencias en un ente que llamò baraja. Conocerà su sonrisa al distinguir una jugada poderosa, su preocupaciòn al ver que le bloquean las opciones, su ansia por ver que no falte ni una pieza del mazo antes y despues de cada enfrentamiento.

En esos pocos segundos en que se veràn de frente mientras les toman la medida, deben saber que es el unico tiempo que se les darà para conocer a su compañera de toda la vida, asì que algunos intentan analizarla lo màs detalladamente posible. No faltan quienes no se dan cuenta de lo que ocurre hasta que ya esta empaquetado dentro de la mica, y despuès no tiene idea de quien le cubre la espalda. Desde luego, tambien hay quienes creen saberlo todo al primer vistazo y no realizan un analisis muy meticuloso. De allì que muchas calaveras crean que esconden la carta mas fuerte del mazo, y quieran hacerse las audazes saltando antes a la mano del jugador, cuando lo que escondìan en verdad era una chatarrera. Estas pueden ser las micas mas felices del mazo, pero tambièn las que crean las famosas y problematicas "manos muertas", manos de cartas sin ningun potencial...

Tambièn existe el opuesto, aquellas cartas que observan a su calavera y de inmediato se dan cuenta donde fue cortada chueca, o los errores de impresiòn; o peor, que la calavera crea que la carta que protege es completamente inutìl, y haga lo posible porque no llegue a las manos del jugador, y aquella carta se pierda en el mazo. Alguna vez, jugador, haz necesitado a muerte un tifòn mistico del espacio, y este simplemente no se ah dignado llegar antes de tu muerte?... bueno, es bastante posible que el versatil destructor de magias, sea victima de su propia funda.

Pero no hay que ser crueles con ellos, aunque lo ideal serìa, que cada mica y cada carta recordara a detalle como es el ser que llevan a su espalda, para asì saber el momento exacto en que la apariciòn de ambos supondrà una ganadora jugada, debemos recordar que a la mayoria se les da tan sòlo unos segundos para verse de frente, antes de entrar al duelo. Son sòlo cartas, pocas son tan receptivas y tan sabìas. Con dedicacion, suerte y muchos duelos; muchas de ellas podràn, a pesar de no poder verse, saber cuando y donde son buenas.

Desde luego que pasa una cosa curiosa. A pesar de que nunca màs podran saber como es la calavera detràs, las cartas pueden ver por horas y a detalle la calavera que tienen delante, perteneciente a la siguiente carta. Podran ver en verdad la mica ajena, conocer sus detalles y sus verdaderos defectos, pasar la voz entre las demas cartas con las que se encuentren en la mano, de como es la mica del vecino, e incluso darle cierta fama, que quien sabe si llegue a oidos de la carta protegida en cuestión. Pero los rumores suelen ser engañosos, y a veces, a una mica convencida de que protege a un cyber dragon, la hacen creer que protege a un watapon, y comienzan las confusiones, comienza a drenarse la cinergía de la baraja. Por eso muchos jugadores simplemente prefieren comprar las micas ya echas. Nunca se conocen la carta y el dibujo, y ni les interesa, simplemente juegan.

Pero, siempre eh dicho que las micas caseras tienen mucha más personalidad, y si ninguna mica ni imagen cae en paranoías (algo sumamemnte dificil para seres que pasan apretujados en una caja la mayoría de su existencia) la baraja puede volverse, una completa ganadora. De allí que muchos campeones afirmen tener, "micas de la suerte"