- La verdad me hubiera gustado probar lo que fuese que Kira hubiera preparado como pastel de bodas... - Intentó romper el hielo Leanan pasados unos cuantos minutos más de cabalgata - aunque pensándolo mejor, es probable que hubiera implicado sangre refrigerada, uggg
Asmodeus siguió como si fuera sólo y su hermana no fuera más que alguna mochila... La mirada de esta se nubló un poco...
- sabes... - agregó con un tono sugestivo - a pesar de todo el discurso romántico, aún no le haz dado el beso a la novia... - dicho esto, se inclinó un poco hacia su hermano, intentando alcanzar su rostro con el suyo, pero este simplemente inclinó un poco la cabeza para evadirla, y siguió cabalgando. Leanan se giró sobre el caballo ofendida, dándole la espalda a su amante raptor.
Nuevamente, ambos quedaron en un pesado silencio.
- ... Te envió papá, ¿no es cierto? - preguntó Leanan con un dejo de amargura en la voz...
Asmodeus soltó un suspiro, y finalmente frenó el caballo, para bajar de este de un salto. Ayudó a Leanan a hacer lo mismo, antes de finalmente encararla. Se tomó unos segundos para analizar el disgusto y la posición de su hermana, antes de finalmente hablar con un tono impasible.
- ¿que tanto sabes sobre nuestro padre?
- Casi tanto como tu sabes de mamá... - respondió Leanan con tono altanero, pero la mirada firme de Asmodeus terminó por hacerla responder - sé que no deja que mamá lo ame... y sé que tampoco pretende dejarme ser libre. Es por eso que te mandó a ti, ¿no es cierto? - Exclamó Leanan
- Madre... no es alguien en que deberías confiar... - fue la única y críptica respuesta de Asmodeus. Dicho esto, dio la vuelta, dispuesto a retirarse. Avanzó unos cuantos pasos hacía los árboles, antes de volver la cabeza para dar un ultimo mensaje a Leanan - Nuestro padre no pretende quitarte tu libertad... Al contrario, quiere asegurase... ¡De que nadie te la quite!!! - Al gritar esto, lanzó una llama gris hacía los árboles, que estalló como un pequeño cohete, se escuchó un chillido inhumano, y una alta figura sin rostro escapó huyendo - Eso incluye a nuestra madre, a cualquier niñero que te haya puesto, y a tus propias manías obsesivas - concluyó duramente Asmodeus.
- Maldito! - Exclamó ella a la vez que una serie de zarzas negras emergían de su cuerpo; tacleó a Asmodeus y le apuntó al instante con Margaret - No te atrevas a ponerle un dedo encima a mi querido!!!, a sido mucho más padre para mí que EL! Y ni tu, ni él, ni nadie tienen ningún derecho sobre mi. Yo tomo mis decisiones, yo hago lo que me plazca!!
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