jueves, 5 de abril de 2012

Carpe Diem Memento Mori Parte 2: My Dearest Love

La verdad mi amor, no sabemos si tu y yo amaneceremos vivos mañana. Si caerá el mundo, si me juzgará dios. La verdad es que como meros mortales únicamente tenemos certeza del ahora, de este aire irreemplazable que fluye por nuestros pulmones en este preciso momento, de las millones de estrellas, moléculas, células y eventos que tuvieron que coordinarse y aparecer, para formar este exacto segundo en que miro tus ojos. El pasado se fue, el futuro es incierto, no nos queda absolutamente nada, sino este segundo.

No me pidas esperar, no me pidas entender, si para mi cada razón para no amarte es absurda, cada día que empieza en que no te digo "te amo" en el instante que abrimos los ojos a la primera luz del día, se me hace un irreemplazable y desperdiciado instante que jamás regresará, que bien podría ser el ultimo; que bien podría ser lo único que de esta vida arrastres contigo a la otra.

 No me pidas que lo entienda o que me arrepienta, de palabras antiguas, de conocimiento vago, de ciencias humanas e inhumanas. No me hables de lo correcto o lo incorrecto, del juicio o el que puedan pensar, lo único que mi simplonamente ocupa mi cabeza es la idea de hacerte el amor, de besar y amar cada parte de tu ser, de vivirnos uno al otro hasta el final, de que duermas acurrucada en mi pecho sin miedo a sombra alguna, y al despertar te encuentre sonriente cuál la primera luz del sol, consumida, satisfecha, tan hermosa, tan inocente y a la vez tan sublime y misteriosa.

 Lo único que me interesa es perderme en este instante en el único paraíso eterno que conozco que son tus grandes ojos al mirarme, el sabor de tus labios, tu risa, tu plática, la textura de tu piel... La vida misma a tu lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario